Los lectores de este blog son personas que disfruten de la literatura fantástica y quieran trascender la trama de las líneas y por supuesto personas que no se sienten muy atraídas por la literatura fantástica pero quieren descubrir qué es ese plus que sus historias nos pueden dar.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Reseña, Narrativa de Elinor Ochs.



Elinor Ochs. (2000). Narrativa. En El discurso como estructura y proceso (271-297). Barcelona: Editorial Gedisa

NARRATIVA: MÁS QUE CONTAR HISTORIAS.

Descubrir un modelo para interpretar los relatos de ‘una manera adecuada’ o centrada puede ser un tanto difícil. Dar un punto de vista crítico a modelos ya establecidos lo es todavía más, esto no quiere decir que no se intente hacerlo o no se logre. Explorar, cuestionar y/o hacer  pacto de predica con un texto que nos muestra un modelo de interpretación de relatos es la intención del presente escrito. Ochs expone un modelo donde los relatos o historias son analizados desde los ámbitos narrativos, el tiempo, el punto de vista y la trama y por supuesto las identidades narrativas. Teniendo en cuenta lo anterior, en el proceso de lectura de este texto se podrá entender la narrativa desde lo que expone Ochs, además de mi punto de vista crítico frente a éste. 

“Elinor Ochs es una antropóloga y lingüista, algo primordial para la profesora Ochs es el papel del lenguaje y la cultura en el desarrollo humano de la vida y el aprendizaje a través de los grupos sociales. Su trabajo con niños y sus cuidadores en Samoa, así como su trabajo colaborativo con el antropólogo B. Schieffelin, quienes ayudaron a desarrollar el campo de investigación conocido como ‘socialización del lenguaje’
Recientemente, la profesora Ochs ha tomado la dirección del Centro UCLA de Vida Diaria de las Familias, un Centro de Sloan sobre Familias Trabajadoras que examina cómo los miembros de clase media de estas familias crean una vida hogareña a través de interacciones sociales organizadas cultural y situacionalmente” (UCLA Department of Anthropology)..
Iniciemos entonces diciendo que imaginar un mundo sin narraciones es lo que nos invita a realizar Ochs en el principio de su apartado, un mundo donde no exista ningún tipo de relato, y se puede dar cuenta de que es imposible en la medida que se está ligado a contar historias desde siempre, de muchas formas, desde las diferentes manifestaciones artísticas, y desde lo cotidiano dentro de la conversación. Un mundo sin narrativas dice Ochs “es inimaginable, pues significaría un mundo sin historia, sin mitos, sin dramas y vidas sin reminiscencias, sin revelaciones y sin revisiones interpretativas.”(2000 P.271)  Cuando se piensa en la narrativa, la literatura es lo primero que puede venirse a la cabeza como texto narrativo por excelencia. Aristóteles, en su poética toca los géneros narrativos como la tragedia y la comedia que ha sido objeto de estudio de Filósofos y críticos. Aun así lo más importante no es el producto que sale de escribir cuando se está inspirado (obras) sino de la conversación corriente.
 
Algunos expertos sostienen que los autores no son únicamente quienes escriben la obra si no también la cantidad de lectores que tienen las mismas y sus múltiples interpretaciones.  Esta coautoría se ve evidenciada en las narraciones conversacionales, en las que los lectores hacen preguntas y cuestionamientos, y contribuyen de una manera directa en un relato en proceso ya que entre los dos –autor y lector- dan vida a lo que es está leyendo. Los relatos pueden crearse desde las diferentes expresiones artísticas ya sean orales, escritas, cinéticas o musicales. Los relatos orales y escritos son los más comunes, la forma en que se expresa, la corporalidad en sí y su manejo puede ser una expresión con un relato, si se consideran la historia, y el atractivo de la actuación. Todo lo anterior obedeciendo a los ámbitos narrativos.
Aquí  en la Narrativa y el tiempo Ochs nos explica que independientemente del genero iliterario o de cualquier relato que esté siendo reproducido, éste hace alusión, evoca un tiempo determinado, y lo lleva al presente un una historia relatada por un locutor. El filósofo de la literatura Paul Ricoeur se refiere a la propiedad temporal de la narrativa como “la dimensión cronológica”. Dentro de ésta dimensión temporal también se deber tener en cuenta el orden de la historia o relato, es decir cómo está dividida la historia y el tiempo en que cada suceso lleva lugar. Ochs dice que “Las narraciones pueden hacer referencia a un tiempo pasado, presente, futuro, hipotético, habitual, o cualquier otro modo culturalmente relevante de pensar el tiempo. Las narraciones primordialmente interesadas en sucesos pasados comprenden géneros amplios como los cuentos, las historias y los informes relativos a cuestiones profesionales o personales” (2000)
 
Ahora bien, otro aspecto en la narrativa de la que habla Ochs es el punto de vista narrativo y la trama, donde el punto de vista narrativo es el que la persona receptora del mensaje quiere tomar y reflejar, “Kenneth Burke dice que los relatos son selecciones antes que reflejos de la realidad” (Ochs, 2000), un ejemplo de esto y hagámoslo de la forma más coloquial, es cuando te cuentan una historia (Oral) y decides escribir sobre esta con tus cambios para que la trama según tu punto de vista sea más entretenida, y hablando de trama -¡Hablemos de trama!- Aristóteles fue quien hablo por primera vez de mythos o “trama” para estructurar cómo los sucesos y emociones están entrelazadas y así formar una narración coherente. La trama puede considerarse una teoría de sucesos de manera que  le da explicación a los hechos o historias  desde un punto de vista en específico.
 
Ochs concluye que en la narrativa están las identidades narrativas que hacen alusión a los participantes dentro de la ejecución de una historia, y me refiero a ejecución como el acto de leer, ya que es aquí cuando se ven reflejadas todas las intenciones que el autor de una obra quiso expresar y cómo el intérprete toma esas acciones, las hace propias y las transforma, es aquí cuando Ochs, Bajtín y Goffman –Participes también del compilado de El discurso como estructura y proceso de Van Dijk (2000)- resaltan la importancia de todos los roles dentro del relato. El receptor y su percepción varían en la medida del cambio y diferencia de su estado cognoscitivo, pero éste es importante ya que es quien da vida a las letras de un volumen. 

En las narrativas son de gran importancia los ámbitos narrativos, el tiempo, el punto de vista y la trama y por supuesto las identidades narrativas en la medida que Ochs nos dio estos 4 elementos como piezas de un modelo para tenerlas en cuenta y así poder interpretar, y analizar,  entre otros aspectos, una historia, en este caso las novelas de literatura fantástica que serán el objeto de interpretación y de ahí la importancia de buscar luces en autores como Elinor  Ochs, para ver estas historias desde un punto de vista crítico obviamente sin dejar de lado el placer que dichas obras suscitan en mí al momento de leerlas. Entonces en este caso hago pacto de predica con lo dicho por Ochs en el apartado “Narrativa” en El discurso como estructura y proceso, Ya que considero es un modelo, eficaz, útil y sencillo para tomar la literatura y los relatos de ahora en adelante.

2 comentarios:

  1. 1.
    Esta reseña, es una de las tantas conjeturas que pueden derivar de la propuesta del blog de Maicol. Lo anterior, de acuerdo al apartado de “Interpretación y conjetura” en donde el autor propone que “La iniciativa del lector consiste en formular una conjetura sobre la intentio operis”. Sin embargo, también se debe tener en cuenta que dicha conjetura propuesta por el lector “deberá ser aprobada por la coherencia del texto”. Es por esto, que se concluye que se puede tomar esta reseña y su temática del análisis de los textos narrativos, como una forma de comprender la intención del blog, desde su proposición en el encabezado y título del mismo, de analizar la literatura fantástica como un escenario para el discurso político.

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